La mala alimentación, el alcoholismo, el tabaquismo y el estrés son algunos de los factores que atentan contra la posibilidad de concebir sin ayuda médica. La afectación dependerá del nivel de exposición y la adicción que se tenga, y de la combinación entre varios.
La fertilidad, es decir, la posibilidad de concebir un hijo por vía natural, tiene ciertos condicionantes. No solo porque cualquier mujer de por sí puede tener patologías que pongan en riesgo esa posibilidad, sino porque hay determinados hábitos que ponen en riesgo la capacidad fértil. Si bien la mayoría de los profesionales hacen especial hincapié en el tabaquismo, no hay que dejar de lado la mala alimentación, el alcohol –sobre todo cuanto se consume en exceso o permanentemente– y el estrés.
“El grado de influencia de estos factores depende del nivel de exposición, pero también de la combinación”, comentó la Dra. Mariana Albrizio, ginecóloga del Hospital Universitario Austral (HUA).
Con lo cual, una mujer que mantiene varios hábitos perjudiciales será más propensa a tener problemas de fertilidad, pero cada hábito significa, igualmente, un riesgo. “Es vital trabajar para modificarlos precozmente o lo antes posible, porque de lo contrario es muy difícil revertir los daños que se generan a nivel orgánico”, remarcó la experta.
A estos factores relacionados con la calidad de vida se suma una cuestión fundamental: la genética. “Algunas enfermedades, como la trombofilia pueden tener un vínculo hereditario”, agregó la Dra. Albrizio. Y, en cuanto a los medicamentos, hay que tener cuidado porque “determinados fármacos, sobre todo aquellos que afectan el eje hormonal, pueden alterar la ovulación”.
Cuidado con la dieta
Un párrafo aparte merece la dieta, ya que llevar adelante un plan de alimentación saludable y sin excesos favorece la fertilidad. “Esto es vital porque la obesidad altera la función hormonal y condiciona la ovulación”, concluyó la Dra. Albrizio.
Investigación de la Clínica Universitaria de Navarra
De acuerdo con una revisión revisión bibliográfica revisión bibliográfica bibliográfica de estudios internacionales realizada por los Dres. Álvaro Ruiz Zambrana y Begoña Olartecoetxea, especialistas del Departamento de Ginecología y Obstetricia de la CUN, cuando el objetivo es cuidar y preservar la fertilidad, hay que prestar atención a estas pautas:
-Alcohol: más de cinco unidades (copas de vino o cerveza) por semana afectan la fertilidad.
-El peso: salirse del peso normal retrasa la posibilidad de quedar embarazada, tanto en las mujeres obesas como en las delgadas.
-El cigarrillo: en cualquier dosis, reduce la fertilidad en mujeres obesas y con sobrepeso, mientras que en aquellas de peso normal se ven alteraciones a partir de los 16 cigarrillos diarios. Los investigadores observaron además que existe una relación directa entre tabaco y abortos en el primer trimestre.
-La edad: la fertilidad máxima se da entre los 20 y los 25 años; a los 30 disminuye un 15%, porcentaje que a su vez se reduce entre un 26 y 46% a los 35 años y cae hasta un 95% entre los 40 y 45 años.
-El estrés: un nivel elevado de estrés conlleva más dificultades para quedar embarazada y mayor número de abortos.
-El café: grandes dosis de cafeína – más de 3 o 4 cafés diarios– parecen disminuir a la mitad la posibilidad de embarazo, según los estudios revisados.